lunes, 21 de abril de 2014

IGNACIO POLO ACABA DE DIMITIR

Desarrollaré más, pero esto es lo que hay, amigos.

domingo, 20 de abril de 2014

CARTA ABIERTA A SANTAMARÍA Y POLO

 
 
     Hola de nuevo, Simón Santamaría e Ignacio Polo. La imagen que encabeza esta entrada es la del sobreseimiento de la segunda querella criminal que habéis puesto contra mi, igual que ocurriera con la primera. Si cabe, aún la primera mucho más fundamentada por la Audiencia Provincial. Aunque esta reiteración sobre mi inocencia previa a un juicio fundamenta sobradamente la línea que desde un principio he seguido, respeto aún el "FALLO" del juzgado de instrucción número 2 y no rehabilito ni los comentarios ni las entradas que en su auto imponía eliminar. Y lo hice y hago como gesto de respeto y buena fé. Lo podía haber hecho hace meses, pero no he querido. No soy una persona ejemplar, pero aunque me joda, procuro ser fiel a mis principios. Y hablando de principios,  paso al párrafo siguiente.
 
     Indeseables Simón Santamaría e Ignacio Polo: Os advertí del riesgo que corríais en caso de que esta segunda querella fuese sobreseída. Así ha sido. Ha quedado sobradamente demostrado que no existe delito alguno en este blog, con lo cual solamente quedan dos opciones:
 
    1- Que respetéis lo que en democracia se denomina libertad de expresión y no volváis a mover un solo dedo contra este blog y, por lo tanto, contra mi. Tal vez tanto "democracia" como "libertad de expresión" os resulten términos a los que nos estáis acostumbrados, o no signifiquen lo que hasta ahora pensabais que significaban. Bueno, para eso están los diccionarios, la Wikipedia, la Constitución, etc...
 
    2 - Que de nuevo, conjuntamente o por separado, presentéis una tercera querella criminal. Como ya os dije, eso supondrá mi automática respuesta contra el/los querellante/s, por los motivos que mi gabinete jurídico - como hasta ahora - cabalmente me indique. Gabinete jurídico formado por letrados y doctores a los que estoy muy agradecido. Como en su día me dijiste tú a mi, Simón Santamaría, no te voy a decir los motivos por los que me querellaría. Simplemente, tu/vuestro abogado te/os informaría.
 
    Me siento en un conflicto personal. Por un lado preferiría que optárais por la salida número 1, aunque soy consciente de que para vosotros debe resultar muy frustrante tener que quedarse de brazos cruzados viendo incrédulos cómo este paria puede pensar, y - aún peor - hacer pensar a otros, que se puede hablar, criticar y denunciar (y en ese contexto descalificar) sin ser castigado.
 
    Pero me haría más ilusión que vuestra elección fuera la número 2 y presentárais una tercera querella criminal contra mi. Va más con vuestro carácter y me supondría un nuevo desafío. Aunque ganas os puedan sobrar, dudo mucho de que tengáis los suficientes cojones para tripitir querella. Podía haber escrito esta entrada de forma algo más disimulada, como no enseñando el trapo, para que humillárais llenándoos el hocico de albero. Pero la verdad es que disfruto arrimándome viendo como una y otra vez dudáis entre entrar al trapo simulando bravura o rajaros y como buenos mansos buscar las tablas esperando que llegue pronto el momento en el que las mulillas os arrastren entre silbidos.
 
    Ahora mismo me he encendido un cigarrillo, le he dado una profunda calada y con el humo recreándose ente la pantalla y yo, he releído lo escrito sonriendo. Está en vuestras manos. ¿Os volvéis a querellar? ¿No? ¿Lo hacéis pero con un motivo distinto? ¿Qué hacéis?
 
Aquí me tenéis. A porta gayola.

viernes, 4 de abril de 2014

MORTAL

 
 
     Estoy escribiendo a día 4 de abril, a falta de unas horas para ver a Simón Santamaría haciendo el paseíllo hacia el juzgado, como en otros casos, y por muy inocente que se pueda parecer, cualquier otro mortal debe soportar en caso de que alguien se querelle contra él. Algo que aunque pueda parecer nimio, le nivela con el estatus del resto de los mortales.
 
     Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso que empequeñece a este hombre. Hasta ahora habían sido varias las denuncias presentadas contra Simón Santamaría. Todas sobreseídas automáticamente. Sin necesidad de llamarle a declarar. O, en todo caso, y según coinciden muchos rumores, si fue llamado, lo fue para cenar. Ahora, aunque le puedan seguir llamando para cenar, también, como cualquier otro mortal, ha sufrido el ser llamado a declarar.
 
     En un principio Simón Santamaría y yo íbamos a coincidir en el edificio. En distintos juzgados y diferentes horas. Yo a las 10:30 y el a las 9:00. No fue así, y me alegro. No me agrada cruzarme con él. ¿Por miedo? Tal vez. Hace no mucho resultaba un personaje intocable y con el que enfrentarse significaba tener problemas. De hecho, aunque es algo que yo desee, un Simón Santamaría que al menos mínimamente se debe a su uniforme y cargo, puede parecerme menos temible que la misma persona que se ve liberada de ese lastre, por mínimo que sea. Es el peligro que tiene el darse cuenta de que contrariamente a lo que pensaba, uno es tan mortal como el resto de nosotros.
 
     4 de abril. Simón Santamaría caminando hacia el juzgado para prestar declaración sobre 7 imputaciones de presuntos delitos. Si alguien está ahí para ver el paseíllo, por favor, que le de recuerdos de mi parte. Y, también por favor, quien pueda aportarme información que no suponga secreto sumarial me lo haga llegar para servir de enlace y publicar todo lo posible. El que tenga la suerte de estar ahí, que lo vea como lo que es: mortal, como los demás.
 
     No podía dar crédito cuando el día 2 de abril, por casualidad, vi un ejemplar del "China Times" con esta foto de portada. No tengo ni idea de qué dice, pero me froté varias veces los ojos. ¿Qué hace en portada Simón Santamaría en un diario para la comunidad china? No tengo ni idea. Igual dice que Simón Santamaría es un santo. Igual todo lo contrario. Diga lo que diga, aún me sorprende. Guardo el original como oro en paño.
 
    Sobre mi declaración en el juzgado de instrucción número 1 de hace unos días, prefiero mantenerme en silencio hasta que se pronuncie la justicia. Si no me es favorable, como se suele decir en estos casos, respetaré la decisión pero no la compartiré.
 
     ¿Y si me es favorable? Además de respetar y - por supuesto - compartir el fallo, dejo ya escrita mi advertencia, amenaza legal, aviso de represalia o como se le quiera llamar. Si, como en la primera ocasión, vuelve a decretarse el sobreseimiento del delito por el que se me imputó, puedo prometer y prometo, que ante una posible tercera querella contra mi  - igual o similar - por parte de los indignos Polo y Santamaría (o terceros de forma demostrable relacionada con aquéllos), yo respondería  querellándome contra ellos por un presunto delito de calumnias.
 
     No se qué me gustaría más, porque los juzgados, cuanto más lejos mejor. Pero, como lo escrito escrito está, no me quedaría más remedio que perder tiempo denunciando. Pero lo haré. Así que, concejalucho, jefezucho, más os vale que me condenen, porque es vuestro último cartucho.
 
     Por último, un deseo para ti, Simón Santamaría. Creo que lo he dicho más de una vez en anteriores entradas, pero te lo repito. No te deseo nada malo personalmente. No sólo no me interesa, sino que no soy quién para criticar tu cara, aspecto, ideología, modales, etc... Lo que si te deseo es que durante la entrada y salida del juzgado, así como en la declaración sobre los presuntos delitos que te han sido imputados dada tu "¿calidad?" de jefe de policía municipal de Pamplona/Iruña, las pases canutas. Mejor dicho, putas. Y recuerda: Eres mortal.