domingo, 28 de octubre de 2012

EL ENCIERRILLO



Esta es la historia de cómo un acto sanferminero popular se convirtió en el cortijo de unos pocos. 

Para quien no sea de Pamplona/Iruña, y no sepa de qué se trata, le contaré que es - como su propio nombre indica - un encierrillo donde se trasladan de noche, desde los corrales de "El Gas" a los corrales de Santo Domingo, los toros que van a correr el encierro de la mañana siguiente. Es un acto que requiere total silencio por parte del público para no llamar la atención de los toros, y donde únicamente corren detrás de la manada los pastores del encierro.

Hace unos cuantos años, el encierrillo era uno de los actos más abiertos que tenían las Fiestas. Simplemente, la gente llegaba y se posicionaba donde había sitio habilitado para ello, por estricto orden de llegada, tanto en la parte más alta de la cuesta de Santo Domingo, junto al corral, en la zona de la muralla más cercana al puente de Curtidores y a ambos lados de los corrales del Gas. 

Desde que entró Simón Santamaría y más en  años en que Pachi Fernández ELIZALDE fue Director de Area, el encierrillo se ha convertido en un acto en el que el ciudadano de a pie ha quedado relegado al último lugar, donde el poder de Simón Santamaría, Ignacio Polo y Pachi Fernández ELIZALDE se materializa como si estuviéramos en un estado feudal. El lugar desde donde mejor se ve el acto, la parte de arriba de Santo Domingo, está reservado únicamente para los amigos, familiares y/o compromisos de estos señores. Ésto se agrava por el hecho de que hay unos horarios establecidos a los que se cierra el tráfico tanto de vehículos como de peatones, por lo que a partir de esa hora nadie puede bajar ni subir. La gente acude con los pases que el Ayuntamiento reparte unos días antes de las fiestas, que estos últimos años son únicamente para la zona de los corralillos del Gas. No suele haber mayor problema porque la mayoría de la ciudadanía pamplonesa desconoce que ciertos cargos puestos a dedo, les han usurpado por capricho su derecho a ver el encierrillo en la Cuesta de Santo Domingo, tal y como era antes. La cosa suele marchar bastante bien hasta que llega el amiguito de turno, a cinco minutos escasos de que empiece el encierrillo, cuando la gente lleva más de una hora situada en el poco sitio que esta gentucilla les deja, se pone delante del guardia municipal y le dice que le tiene que dejar pasar por el morro al mejor sitio del circuito porque es "amigo de Simón Santamaría, de Ignacio Polo o de Pachi Fernández ELIZALDE". Alguna vez ha resultado que el policía municipal que está en el puesto, harto ya de tanto mamoneo, ha llegado a decir que no, que ya no pasa nadie, sea quien sea, tras lo cual el amiguito vip y ptv ("de Pamplona de Toda la Vida"), en 0,2 segundos realiza una llamada sintiéndose ofendidísimo por ese "munipilla zarrapastroso", mirándole a los ojos con expresión de "te vas a enterar de lo que vale un peine, que soy amigo de tu jefe". En otros 0,2 segundos, a través de la emisora, llega la llamada esperada ordenando al policía que deje pasar a tan ilustre personaje. El ilustre personaje pasa, claro está, mirando esta vez al policía con cara de "ya te lo dije", pero nadie sabe la que le queda a ese policía cuando el vip y ptv pasa por delante de todos y se planta en el mejor sitio.

La gente apelotonada en las vallas le grita, le lanza vasos, le insulta... porque la culpa siempre es del guardia, faltaría más... aunque el guardia esté tan ofendido como ellos mismos, tan asqueado de aguantar tanta parafernalia estúpida y tanto vip y ptv de los cojones que le miran por encima del hombro y ponen en entredicho su trabajo. Por otra parte, junto a los corrales del gas se apelotonan los asiduos a este acto, acordándose quizás algunos de ellos de cuando hace unos años no hacía falta pases y no había tanto problema para ocupar un sitio para ver el encierrillo.

Lo dicho, esta es la historia de lo que era el encierrillo y de lo que es en la actualidad. Los privilegios de los próximos al Jefe de Policía, al Concejal y al ex-director de Seguridad Ciudadana han conseguido que volvamos a la época de los siervos de la gleba, poco más o menos. Vergonzoso. A este paso, ¿recuperarán también el derecho de pernada?

lunes, 15 de octubre de 2012

¡LLEGARON LOS EXPEDIENTES! (Y ESTABA DE "VACACIONES")


 (Fotografía cortesía de Edu Sanz.)

Antes de nada, disculparme por mi ausencia. Estaba de "vacaciones". Más bien, he querido desconectar un poco, porque me estaba ocupando mucho tiempo y - más importante - a los colaboradores a quienes molesto con mis distintas consultas. Así que no. Lo siento pero esto no se acaba aquí. Yo sigo. Tal vez tenga que bajar el ritmo con el que vaya escribiendo, pero no abandono mi misión de intentar destronar a Simón Santamaría.

Dicho ésto, me centro en el motivo de este post. Efectivamente, ya se han entregado los expedientes a los 5 agentes a quienes se incoó la propuesta sancionadora los pasados sanfermines por... ¡llevar gafas de sol de montura blanca!

¿Por qué he escrito lo último entre signos de exclamación? Porque, sencillamente, no tiene ni pies ni cabeza. Vamos a remitirnos al segundo post publicado: "¿Cómo empezó el uso de las gafas blancas?". Ahí además de explicar la medida TOTALMENTE INOCUA adoptada por algunos miembros de Policía Municipal de Pamplona/Iruña, publico la orden de jefatura donde se especifican los accesorios no compatibles a la hora de mantener la uniformidad de los agentes. Como veréis, se nombran pendientes, relojes, pulseras, etc... pero de gafas, nada de nada. Si me permitís el comentario, también hace falta ser tonto sacar esa orden destinada prácticamente a suprimir ese tipo de gafas y no nombrarlo. Mira que era fácil. Pues no. Así pues, de acuerdo con esa orden de jefatura, cualquier agente que llevara gafas (¿ni graduadas, ni negras?), pendientes, reloj, pulseras, etc (¿qué es el etc?) contravenía esa orden. Pero aquél que llevara unas gafas graduadas, o de sol de montura negra, blanca, azul, verde, fucsia, o lo que fuera... quedaba, por lo que se ve, al criterio de la conjunción estética entre el uniforme y ese complemento en ningún momento nombrado, a no ser que gafas signifiquen "etc".

Bueno, pues por las órdenes dadas a 5 agentes durante los pasados sanfermines, de acuerdo con el criterio "conjuntable" de Ignacio Polo, Simón Santamaría y Comisarios lameculos, y porque aquéllos no coincidían con el mismo criterio, han llegado los ABSURDOS expedientes.

A tres de los agentes les han caído 9 días de empleo y sueldo (desobedecer el criterio estético y caprichoso en una ocasión), a otro le ha caído 15 días de empleo y sueldo (desobedecer el criterio estético y caprichoso en dos ocasiones) y al quinto, 20 días de empleo y sueldo (desobedecer el criterio estético y caprichoso en tres ocasiones). Bien. Muy bien, Simón Santamaría. Te habrás quedado mán ancho que largo. ¡Qué absurda situación y que absurdo tú!

Podría haber pasado que los agentes llevaran gafas negras o de cualquier otro color, y, con ese mismo pretexto, haberles expedientado. ¿Por qué no sacaste directamente una orden de jefatura diciendo que ibas a expedientar a quien te saliera de los cojones? Va más con tu estilo sutil. El color de la montura de las gafas de sol no aparecen especificadas en ningún momento, y de las de otros colores también podrías haber dicho que no respetaban la uniformidad. Insisto: La próxima orden, en vez de llamarla de jefatura, llámala "orden de lo que me salga de los huevos".

Pero hay dos cosas que agravan más esto de atreverse a expedientar a los agentes.

La primera, los cinco llevaban precisamente alguno de esos accesorios que SÍ eran nombrados en la orden sin ningún tipo de margen de interpretación. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido expedientado por llevar pendientes, pulseras o relojes. ¡Gran cagada, Simón Santamaría!

La segunda, que actualmente puede rondar la cifra de 80 - 100 el número de agentes que lleva gafas de montura blanca. ¿Por qué no son expedientados? ¡Gran cagada, Simón Santamaría!

Yo no soy jurista (ya te reconocí en la reunión que no tengo conocimientos), pero me da que el TAN te va a dar hasta en el carné de identidad. No obstante, de no ser así, creo que el juicio público ya ha podido dictar la misma sentencia que yo: 

¡CULPABLE!


miércoles, 3 de octubre de 2012

CARTA ABIERTA A SIMÓN SANTAMARÍA (II)



Esa tarde de San Fermín parecías estar pluriempleado, chico.

 
Hola de nuevo, Simón.

Entre las entradas que voy colgando sacando a la luz hechos demostrados, he pensado que de vez en cuando, con la frecuencia que yo - y no tú - vaya deseando, te dedicaré también alguna que otra carta abierta. Luego tú también serás libre de contestar o no, bien a través de un comentario en el blog, bien escribiéndome a la dirección de correo electrónico.

Al fin y al cabo, desde que escribí esa primera carta hasta ahora han pasado bastantes cosas. Entre otras, y para mí la más importante, el hecho de que nos conociéramos. Y tengo que agradecerte el gesto que tuviste al recibirme, aunque fuera con el comisario del bloc acompañándote. Ese día tuvimos la ocasión de - cada uno con sus modales - intercambiar nuestras opiniones e impresiones. Acabamos igual que empezamos, ambos firmes en nuestras intenciones. Pero está bien sentarse a hablar.

También nos han "relacionado" ya en el Diario de Noticias, el periódico que junto a oposición y sindicatos no ha podido contigo, y en 13 años ha sido incapaz de demostrar nada y de quien has tenido que aguantar mentiras, insidias y calumnias (por cierto, para eso tienes los tribunales de ser así).

Además, durante este tiempo voy acumulando más información, documentación y testimonios. Ya irán teniendo su aparición. Yo lo que quiero ahora es analizarte como Jefe del cuerpo de Policía Municipal de Pamplona/Iruña. Y lamento decirte, Simón, que no puedo darte el aprobado.

Investigando por internet (maldita herramienta, ¿verdad?), he visto que, al parecer, eres militar de carrera, pero en ningún lado he encontrado la graduación que llegaste a tener. Únicamente que eras oficial, lo que de acuerdo con la escala de cuando tú estabas en activo (y yo presté el servicio militar), podías ser alférez, teniente o capitán. En cualquier caso, yo pensaba que te habías reenganchado, pero no que eras de academia militar. Como se dice en el ejército, que eras chusquero, vamos. Va más con tu carácter.

Como te dije en la reunión, te vuelvo a pedir que por favor abandones tu cargo. Yo, como también te dije, seguiré aquí, con mayor o menor frecuencia (la que el tiempo me permita), sacando toda la basura que me sea posible. 

Todo lo que estoy escribiendo, además de legal, es cierto y demostrable, con lo cual estoy bien tranquilo.

Un saludo,

Imanol Reta.